El Juzgado Penal Adolescente del primer y segundo turno ha puesto en marcha un taller denominado «Laborterapia», dirigido a adolescentes infractores. La iniciativa busca proporcionar herramientas terapéuticas que optimicen su reinserción en la sociedad.
La jueza Liz Paola Mongelós informó que el taller de Laborterapia fue implementado desde el Juzgado Penal Adolescente de la Capital, abarcando los turnos primero y segundo. “Lo denominamos así porque tiene fines terapéuticos y se desarrolló en el marco de la Justicia Restaurativa. Fue un taller dirigido a adolescentes infractores de la ley penal cuyos procesos se encuentran en estos juzgados. Estos adolescentes tienen medidas provisionales, incluyendo la obligación de realizar tratamientos psicológicos. Siguiendo esta línea, implementamos este taller como una actividad terapéutica que busca beneficiar tanto la educación como el desarrollo emocional de los participantes.”
Según detalló, el taller se realizó en dos jornadas y contó con la participación de 15 adolescentes procesados por diversos hechos punibles. La actividad tuvo lugar en el octavo piso del Poder Judicial, “un espacio confortable y adecuado, donde cada participante pudo trabajar individualmente con el instructor.»
La jueza destacó que el instructor introdujo a los adolescentes en la técnica del origami, una actividad que no requiere cortes ni pegamento, solo las manos. “El origami es particularmente valioso porque fomenta la concentración, la paciencia y la disciplina, emociones y habilidades fundamentales para la reeducación que buscamos en estos jóvenes.”
Además, señaló que todos los adolescentes asistieron motivados y entusiasmados. “El éxito de esta actividad, junto con los informes generados, nos proporciona elementos objetivos para tomar decisiones en los procesos judiciales, permitiéndonos determinar las medidas más adecuadas para cada caso.”
Mongelós enfatizó que estos adolescentes provienen de barrios vulnerables, como Santa Ana y Pelopincho, y que actividades como estas no forman parte de su día a día. “Proveímos los insumos necesarios, como los papeles y diagramas, para que puedan continuar practicando en sus hogares. Además, aprender esta técnica les abre la posibilidad de generar ingresos al vender sus creaciones, fomentando una contraprestación productiva.”
El taller se enmarcó en los principios de la Justicia Juvenil y Restaurativa, como la desjudicialización y el interés superior del adolescente. “Con el apoyo del juez Matías Garcete, del segundo turno, y la ministra Carolina Llanes, quien respalda estas iniciativas, continuamos trabajando para garantizar el desarrollo integral de los adolescentes infractores,” agregó la jueza.
Por su parte, el juez Matías Garcete destacó que el origami funciona como un sistema terapéutico, en consonancia con los objetivos de los procesos penales juveniles. “Estos buscan reeducar a los adolescentes, más que sancionarlos.”
Finalmente, anunció que se planifican más actividades similares en ambos juzgados, con el objetivo de proporcionar herramientas para identificar las mejores salidas y soluciones para los adolescentes en proceso.